Dios se encarnó a semejanza de hombre y se entregó para ser tentado por Satanás: Mateo 4:1-11
La tentación en sí no es pecado. Pecado es obedecer a la tentación. Hay un dicho que dice que no podemos evitar que los pájaros revoloteen sobre nuestra cabeza, pero sí podemos evitar que aniden sobre nuestra cabeza.
Jesús fue tentado
Jesús fue tentado en todo: Hebreos 4:15 La diferencia con todos nosotros es lo que dice Hebreos 4:15 “sin pecado”. El jamás pecó ni por un segundo. Luchó todas nuestras batallas, fue tentado en todas nuestras tentaciones... PERO SIN PECADO.
Hebreos 4:15: “Fue tentado EN TODO según nuestra semejanza”. No fue tentado con tentaciones extrañas para nosotros.
Pero él se mantuvo firme EN TODAS.
En este versículo vemos que Jesús no solo se despojó a sí mismo de su gloria y toma forma de hombre, no solo sufrió la cruz cargando nuestros pecados, sino que también se entregó para ser tentado “en todo”, ¿para qué? ... y así poder compadecerse de nuestras debilidades: Hebreos 2:16-18.
¿Cómo se puede explicar tanto amor? Jesús, siendo el Dios Soberano y Sublime, decide hacerse “semejante en todo a sus hermanos” (Hebreos 2:17). Isaías 53:4 dice que “sufrió nuestros dolores”. Se refiere a que cargó nuestro dolor en a cruz, pero también se refiere a que al tomar nuestra condición sufrió las mismas cosas que sufrimos nosotros como hombres.
El no solo tomó nuestro lugar para suplantarnos en el castigo de nuestro pecado. Sino que también tomó nuestro lugar como hombres para conocer nuestros sufrimientos, tentaciones, pruebas, dolores, preocupaciones, etc...
Su familia se burló de él (Juan 7:2-5), estuvo tan cansado por sanar enfermos y quitarle horas al sueño para orar que se quedó dormido al punto de estar en medio de una tempestad en la barca y no darse ni cuenta (Mateo 8:25), vivía constantemente alrededor de personas que lo querían matar (Mateo 26:3-5), estaba a punto de ser crucificado y le pide oración a sus amigos más cercanos pero a ellos no les importa y se ponen a dormir (Marcos 14:32-40), por el dolor que iba a enfrentar conoció lo que es entristecerse y angustiarse, de tal manera que dijo estar “triste hasta la muerte” (Marcos 14:33,34), al punto de orar tan intensamente que “su sudor (era) como grandes gotas de sangre” (Lucas 22:44), fue traicionado por alguien que tenía tanta confianza con él que hasta comía en su mismo plato (Marcos 14:18-20), dijeron “falsos testimonios” contra él (Mateo 26:59-61), “le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban” (Mateo 26:67), fue azotado (Mateo 27:26), fue avergonzado siendo desnudado (Mateo 27:28), le lastimaron la cabeza con una corona de espinas (Mateo 27:29), le volvieron a escupir (Mateo 27:30), fue crucificado (Mateo 27:35), conoció por completo el peor sentimiento de soledad y abandono (Mateo 27:46 - “¿Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”).
Y todo esto, no solo para pagar por los pecados, sino también para poder entender a seres como nosotros.
Jesús verdaderamente nos amó.
¿Nos habrá amado Jesús porque éramos perfectos? Romanos 5:6-10 “débiles”, (5:6) “totalmente incapaces de salvarnos” (NTV) “malvados” (VI) “pecadores” (5:8) “enemigos”. Otra buena descripción de cómo era la gente a la que vino a salvar y a conocer su condición es Tito 3:3 “rebeldes”: “Desobedientes” (Biblia Textual).
Por seres así Jesús dejó su trono de gloria y vino a morir.
¿Por qué nos amó así? La virtud nos está en nosotros. La virtud está en él. El es Amor.
A este Jesús nos acercamos en nuestras dificultades, luchas, debilidades, problemas, dolores, caídas... cuando ya no podemos más, cuando nos sentimos completamente solos, en la traición, en la tristeza, en la muerte de un ser amado, cuando no podemos perdonar lo que parece imposible de perdonar, cuando hemos intentado millones de veces agradarlo y aun seguimos muy, muy lejos...
A este Jesús nos acercamos en oración: 1 Pedro 5:7 (“ansiedad” = preocupaciones).
El que caminó por este mundo para luego compadecerse de nuestros dolores... De él podemos estar completamente seguros que es “misericordioso y fiel sumo sacerdote” (Hebreos 2:17). Santiago 5:11
El es “poderoso para socorrer a los que son tentados” (Hebreos 2:18) Podemos acercarnos a nuestro Señor “para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:15,16).
(Estudio para niños sacado de la predicación "Jesús, compasión en nuestra debilidad", de la serie de predicaciones "Deleitándonos en Jesús").
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